El presidente de Taiwán, William Lai (Lai Ching-te), subrayó este martes su intención de “fortalecer” la cooperación entre la isla y EE.UU. “ante la expansión del autoritarismo”, en referencia a la creciente presión militar de China, que considera al territorio autogobernado como una “provincia rebelde”.
“La seguridad del Estrecho de Taiwán es crucial para la estabilidad y prosperidad globales. Como miembro responsable de la comunidad internacional, Taiwán mantendrá el ‘statu quo’ con dignidad”, aseguró el mandatario durante un encuentro con cuatro congresistas del Partido Demócrata estadounidense.
Lai, tachado de “independentista” y “alborotador” por las autoridades de Pekín, reiteró su compromiso de promover la “reforma” de las Fuerzas Armadas de Taiwán, incrementando el presupuesto de Defensa y manteniendo una “estrecha cooperación” con sus socios globales, en aras de salvaguardar “la paz y la estabilidad” en el estrecho.
“Taiwán continuará esforzándose, junto con EE.UU., para proteger la democracia y la libertad, permitiendo que la luz de la democracia en Taiwán siga brillando en el mundo”, manifestó el líder taiwanés.
Marilyn Strickland, congresista por el Estado de Washington, afirmó por su parte que la “sólida relación” entre EE.UU. y Taiwán es “inquebrantable”, al ser dos territorios que “comparten muchos valores», entre ellos «el amor por la democracia y la defensa de los derechos humanos, los derechos civiles y los derechos de las mujeres”.
“Todavía existen fuerzas hostiles en todo el mundo que intentan socavar la democracia, utilizando desinformación para influir en las elecciones de países democráticos y realizando diversas acciones para dañar las relaciones con nuestros aliados. Estados Unidos no permanecerá indiferente y se unirá a Taiwán y a otros países democráticos para promover los valores de la democracia y la libertad”, aseveró la legisladora.
Strickland llegó el pasado domingo a Taiwán acompañada por las legisladoras del Partido Demócrata Julia Brownley (miembro de la Cámara de Representantes por el Estado de California), Jill Tokuda (Hawaii) y Jasmine Crockett (Texas).
Las visitas de representantes estadounidenses a la isla han sido constantes en los últimos dos años y se han mantenido incluso tras la crisis entre Pekín y Washington provocada por el viaje a Taipéi en agosto de 2022 de la entonces presidenta de la Cámara Baja de EE.UU., Nancy Pelosi, que enfureció a China.
De hecho, el Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán informó este martes que dieciséis aviones de combate chinos, entre ellos cazas J-16 y aviones de control KJ-500, habían cruzado la línea divisoria del Estrecho de Taiwán o ingresado en la autoproclamada Zona de Identificación de Defensa Aérea taiwanesa (ADIZ) desde las 06:45 horas de la mañana (22:45 GMT del lunes).
Taiwán -donde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil- se ha gobernado de manera autónoma desde 1949, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, para cuya “reunificación” no ha descartado el uso de la fuerza. EFE