El Observatorio de Derechos Humanos de las Mujeres (CDM) recalcó hoy martes en las mujeres y niñas en Honduras siguen viviendo en un contexto restrictivo en cuanto a derechos sexuales y reproductivos.
Lo anterior, a pesar que Honduras es un país en el que el Ministerio Público registró entre 2022 y 2023 un total de 3,289 denuncias de violencia sexual contra niñas de 0 a 14 años de edad.
Esos y otros datos son algunos de las conclusiones a que llegó ese organismo y que divulgó hoy en la presentación del boletín «Violencia sexual contra mujeres y niñas en Honduras 2022-2023».
El boletín contiene datos e información de la situación de violencia sexual contra mujeres y niñas en el país, informó ese organismo defensor de los derechos de las mujeres.
A su criterio, su análisis contribuye a la identificación de la problemática de la violencia sexual en sus diferentes variantes, como el femicidio por violencia sexual, embarazos forzados y partos en menores de 14 años.
Los datos fueron recopilados de fuentes oficiales de organismos estatales, como el Ministerio Público (MP), Medicina Forense (MF), Secretaría de Seguridad, Corte Suprema de Justicia (CSJ) y la Secretaría de Salud (Sesal).
De igual forma, del Sistema Nacional de Emergencia (SNE-911), Comisión Interinstitucional contra la Explotación Sexual Comercial y Trata de Personas de Honduras (CICESCT) y Secretaría de Educación (SEDUC).
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“El Estado de Honduras se ha comprometido, a través de diversos tratados internacionales, a garantizar derechos humanos vinculados al derecho de gozar salud sexual y reproductiva (…), sin embargo, poco se ha avanzado en la garantía de estos derechos”, expresó el organismo en un comunicado.
Entre esos derechos menciona el acceso a anticonceptivos, atención por complicaciones de aborto y posaborto, maternidad segura, prevención de ITS (Infección de Transmisión Sexual) y a la autodeterminación (expresión libremente de la sexualidad, consentimiento, preservación de integridad corporal).
El CDM es una organización social que lucha por la erradicación de las múltiples opresiones y desigualdades que las mujeres enfrentan en Honduras. Por más de 31 años, el CDM ha aportado al movimiento social de las mujeres y feministas, a la autonomía económica y política de las mujeres en varios territorios del país, y al ejercicio y goce de sus derechos humanos.
Según el CDM, la primera Encuesta Nacional Especializada sobre la Violencia Contra las Mujeres y Niñas (ENESVMN), realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el 2022, reveló que en Honduras una de cada dos mujeres de 15 años o más ha experimentado violencia en algún momento de su vida, en su mayoría violencia psicológica en el ámbito de pareja y expareja, seguido de violencia patrimonial, violencia sexual y violencia física.
Además, señala que la prevalencia total de violencia contra las mujeres a lo largo de su vida revela que el 96% de ellas no denunció ante las instituciones o no buscó apoyo en organizaciones de mujeres que atienden y acompañan.
El INE afirma que solo el 4% de las mujeres hondureñas denuncian ante instituciones u organizaciones, los datos presentan un subregistro. Por esa razón, según el CDM trata de tener mayor representatividad incluyendo datos de diferentes instituciones públicas.
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Denuncias de violencia sexual
Por ejemplo, el Ministerio Público, como organismo especializado que se dedica al ejercicio de la acción penal pública y la investigación de los delitos, con el fin de presentarlos a los tribunales competentes y conseguir la justicia, maneja casos que provienen de denuncias interpuestas directamente ante la institución y otras traspasadas por la Policía Nacional.
Según el MP, en el 2022 y 2023 se registraron 7,620 denuncias de violencia sexual contra mujeres y niñas. En la CICESCT se procesaron los casos de 129 mujeres y niñas víctimas de la trata de personas, la mayoría dentro del componente de violencia sexual, como pornografía infantil, explotación sexual y matrimonio y embarazo forzado.
Mientras que el SNE-911 registró un total de 4,996 denuncias de violencia sexual durante los mismos años, y la Secretaría de Seguridad contabilizó 2,478 denuncias.
Según la Secretaría de Seguridad, el departamento que lidera las estadísticas de denuncias de violencia sexual es Francisco Morazán con 1,337 denuncias (18%), y le siguen El Paraíso con 1,287 (17%) y Cortés con 1,050 (14%).
Por su parte, el SNE-911 señala que recibieron mayor cantidad de denuncias de los siguientes departamentos: Cortés (19%), Francisco Morazán (18%) y Yoro (8%). Y la CICESCT expone un dato específico sobre la trata de personas: en el año 2023 han aumentado las denuncias procedentes de Islas de la Bahía.
Claramente, los departamentos con mayor accesibilidad para recepción de denuncias y de mayor densidad poblacional son los que dominan las estadísticas en la mayoría de los tipos de violencia contra mujeres y niñas.
Los departamentos de Francisco Morazán y Cortés, también dominan las estadísticas de muerte violenta de mujeres, femicidios y violencia doméstica del país.
Gran parte de las víctimas son menores de edad, el rango entre 10 y 14 años es el que más sobresale, una edad caracterizada por la etapa prepubertad, en la que empiezan a aparecer las muestras del desarrollo sexual y donde los agresores se aprovechan de la vulnerabilidad de la víctima para atacar y manipular.
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Según el Ministerio Público, el registro inicia desde menos de un año de edad, donde se contabilizaron ocho casos. Dentro del rango de edad de 0 a 9 años, se sumaron 827 casos, mientras que de 10 a 14 años se registraron 2,462 casos.
Es decir que el 43% de las víctimas y/o sobrevivientes de violencia sexual eran niñas. Si se suma la cantidad de 911 casos registrados en el rango de edad de 15 a 18 años, el 55% de las víctimas de violencia sexual eran menores de edad al momento de la agresión.
En la misma línea, se identificó que las niñas menores de 10 años sufren en su mayoría el delito tipificado como “otras agresiones sexuales” y, a medida que crecen, van sufriendo el delito de “violación sexual”.
Esto puede mostrar que una vez que las niñas van desarrollándose, los perpetradores van adoptando violencias más agresivas. Esto es cada vez más cruel, ya que, además, las mayores de 10 años pueden tener otras consecuencias a causa de la violencia sexual, como un embarazo no deseado y contagio por infecciones de transmisión sexual.