La Oficina Presidencial agradeció hoy a la Cámara de los Comunes del Reino Unido después de que esta votara por unanimidad rechazar la “distorsión del derecho internacional en torno a Taiwán” por parte de China para socavar su participación en organizaciones internacionales, incluida la ONU.
La moción se produjo tras un debate en la cámara ayer sobre el estatus internacional de Taiwán.
Es el quinto órgano legislativo que condena la interpretación de Beijing de la Resolución 2758 de la ONU, después de Australia, Canadá, los Países Bajos y la UE.
La Cámara dijo que la Resolución 2758 de la ONU aprobada el 25 de octubre de 1971 —que establece que la República Popular China (RPC) es el único gobierno legítimo de China— no menciona a Taiwán y, por lo tanto, no establece la soberanía de la RPC sobre Taiwán ni define su estatus político.
La cámara instó al gobierno del Reino Unido a aclarar su posición de que nada en el derecho internacional prohíbe la participación de Taiwán en organizaciones internacionales como la ONU.
Los legisladores también pidieron la condena de los esfuerzos de los funcionarios de la República Popular China para “distorsionar” la resolución en apoyo del principio de “una China” de Beijing y alterar documentos históricos para “cambiar el nombre del país de Taiwán a Taiwán, provincia de China”.
El gobierno y el pueblo de Taiwán están sinceramente agradecidos al parlamento y al gobierno del Reino Unido por su continuo apoyo, dijo hoy la portavoz de la Oficina Presidencial, Karen Kuo (郭雅慧), en un comunicado.
La nación se compromete a apoyar a sus aliados democráticos en la defensa de sus valores compartidos de libertad, democracia y derechos humanos, añadió.
El debate de ayer fue realizado por el miembro de la Alianza Interparlamentaria sobre China y legislador del Partido Laborista Blair McDougall, quien propuso la moción para “respaldar los derechos democráticos del pueblo de Taiwán”.
El Reino Unido sigue siendo un «firme defensor de la participación internacional significativa de Taiwán» en organismos como la ONU y la Asamblea Mundial de la Salud, dijo ayer la ministra de Asuntos Exteriores del Reino Unido para el Indo-Pacífico, Catherine West.
El gobierno del Reino Unido debería condenar cualquier intento del Partido Comunista Chino de “reescribir la historia”, ya que este comportamiento no beneficia a los taiwaneses, ni a los intereses del Reino Unido ni a la comunidad internacional en general, añadió West.
En el debate, McDougall dijo que “los tecnicismos diplomáticos sobre un tema tan delicado como el estatus de Taiwán podrían tener consecuencias de largo alcance para todo el mundo”, citando la importancia de la industria de semiconductores de Taiwán, sus rutas de envío y su posición geopolítica.
El costo económico de una invasión china de Taiwán se sentiría en todos los hogares del Reino Unido, añadió.
McDougall también destacó que la invasión rusa de Ucrania sirve como un duro recordatorio para “formular una política sobre una crisis antes de que la crisis surja”, dijo.(Taipeitimes.com)