Leópolis, (Ucrania) (EFE). Los ucranianos de todo el país trataron hoy viernes de que todos los niños, incluidos los que han perdido sus hogares o familias, vivan al menos un poco de espíritu de la Navidad en el día de San Nicolás, una festividad importante en la que los niños del país suelen recibir sus regalos.
Tras la alarma aérea que sonó en Leópolis, y en todo el país, por la tarde debido a la amenaza de un lanzamiento de un misil balístico desde Rusia, las risas llenaron una sala de una biblioteca local donde decenas de niños saludaron a San Nicolás en medio de decoraciones festivas.
«Un niño estaba particularmente preocupado de que la defensa aérea pudiera derribar a San Nicolás», dijo a EFE Anastasia Zherebetska, una de los «ayudantes» del santo y coordinadora de su «residencia» en la oficina local de Malteser Ukraine.
Cada año, Zherebetska y sus colegas reciben millas de cartas de niños con sus deseos y los emparejan con voluntarios que se encargan de comprar y empaquetar los regalos. El creciente impacto de la invasión rusa hace que el desafío haya sido particularmente difícil este año.
“Seguimos ayudando a niños discapacitados y huérfanos, pero nos hemos tenido que centrar cada vez más en aquellos cuyas vidas se han visto especialmente afectadas por la invasión rusa”, explicó.
Normalmente, los padres ponen regalos bajo la almohada de sus hijos o cerca del árbol de Navidad para recogerlos al despertarse por la mañana. Sin embargo, todos estos niños han perdido a uno o ambos padres debido a la invasión rusa, explicó a EFE Olga Yarmoliuk, de la fundación benéfica “Niños de los Héroes de Ucrania”.
“Muchos perdieron todo su mundo: sus hogares, sus amigos, sus seres queridos, sus libros de texto, sus juguetes, sus ordenadores portátiles”, subrayó.
Creada hace más de dos años y medio, la fundación atendía inicialmente a 50 familias. Este número ha crecido desde entonces hasta 11.000, mientras que 90 nuevas familias piden asistencia psicológica y financiera cada semana.
Aunque estos niños y sus familias experimentan una variedad de desafíos, también es importante crear un espíritu festivo para ellos, subrayó Yarmoliuk.
Lo que muchos piden es paz y que los misiles dejen de volar sobre sus cabezas, señaló Zherebetska, con juguetes blandos antiestrés, especialmente solicitados.
Sin embargo, los niños también siguen pidiendo cosas como balones de fútbol, ropa o juegos de pintura.