El presidente ruso, Vladímir Putin, tachó hoy de «crimen» las acciones militares ucranianas contra las regiones fronterizas rusas, en especial Kursk, ocupada parcialmente por Ucrania, operación que calificó de «aventura».
«Desde el punto de vista de los crímenes contra los pueblos rusos, esto es evidentemente un crimen. Especialmente en lo que se refiere al sufrimiento de la población civil», dijo al dirigirse a la plana mayor de las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa.
Putin, contra el que la Corte Penal Internacional dictó una orden de arresto por crímenes de guerra, llamó a investigar los crímenes cometidos por los soldados ucranianos contra la población civil.
Al mismo tiempo, destacó que, desde el punto de vista de los expertos militares rusos y extranjeros, la operación ucraniana en Kursk es «una aventura».
«Es obvio que no se ve ningún sentido en lo que hace el régimen de Kiev en las regiones fronterizas», afirmó.
Por su parte, el ministro de Defensa ruso, Andréi Beloúsov, cifró en más de 40.000 las bajas ucranianas en Kursk, ocupada parcialmente por Kiev desde el pasado 6 de agosto.
El ejército ruso informó recientemente de avances en esa región, pero no ha conseguido expulsar a los soldados enemigos, que aún controlan, según diversas fuentes, unos 600-800 kilómetros cuadrados de territorio.
Según informó hace días la inteligencia militar ucraniana, Moscú estaría empleando a soldados norcoreanos en su intento desesperado de recuperar terreno en Kursk.
En dichos asaltos las unidades norcoreanas, que no tienen ninguna experiencia en combate, habrían sufrido al menos 30 bajas.
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