Hoy es Martes 24 día de la Nochebuena y mañana celebraremos la natividad de nuestro Señor Jesucristo, muchos guardando las tradiciones seculares que rememoran la llegada del Redentor en el humilde pesebre de Belén.
El nacimiento, cuna o pesebre, fue creado en el año 1223 en la ciudad del Creccio, Italia por San Francisco de Asís (FOTO 1) quien en un predio boscoso propiedad de un amigo suyo llamado Juan, decidió conmemorar el día de la Natividad en una de las cuevas del terreno ubicando un pesebre con heno y llevando animales para celebrar la misa en compañía de frailes de su orden y de voluntarios que sirvieron para hacer una conmemoración con seres vivientes representando a pastores, a María y José y la asistencia de fieles que participaron en la liturgia al aire libre.
Aquella creación franciscana se estableció desde aquel 1223 hace 881 años como una tradición anual y la iglesia la adoptó como parte de la celebración por la venida del hijo de Dios a la tierra empleando imágenes talladas de José, María, el Niño Jesús, animales, pastores y ángeles en lo rústico de un establo con un pesebre.
En ésta Tegucigalpa de los recuerdos desde la época colonial la tradición de los nacimientos fue por muchos años más significativa que los arbolitos de navidad (FOTO 2), costumbre que en 1605 como una tradición en Alemania comenzó San Bonifacio a utilizar para celebrar el nacimiento de Jesús y que nos llegó a Honduras a fines del Siglo XIX.
La tradición de los nacimientos navideños se acostumbraba en los hogares destinando un sitio en casa para colocar el pesebre y la Sagrada Familia con ingeniosos entornos para recordar el pueblo de Belén o simulando a escala parajes muy nuestros con diversidad de figuritas de barro (FOTO 3).
A finales de la década de los treinta o sea hace más de noventa años recordamos en Tegucigalpa los bellísimos nacimientos confeccionados por la familia Membreño Zuniga en la tercera avenida de Comayagüela tradición que por muchos años conservó Rosa Carlota Membreño, con su desaparecido esposo Armando Valladares Soto y con su hija María Auxiliadora en Buenos Aires (FOTO 4) .
Los nacimientos de Doña María Lagos en el Guanacaste, de Doña Blanca Rivera de Mancurso en Comayagüela, el bellísimo y gran nacimiento de Doña Salomé Jiménez Castro de Martínez tradición que por muchos años nos regaló a los tegucigalpenses su hijo el fallecido Arquitecto Fernando Martínez (FOTO 5)
Del recuerdo son también el arte que manifestaban Doña Amalia Lardizabal de Gallardo en su casa del callejón Casco, Doña Amalia abuela de la actual Presidente del COHEP, y el nacimiento en La Guadalupe de Doña Vera de Molina , tampoco se pueden olvidar los de las familias Raudales, Pineda en Casamata y de Doña Berta Pavón.
Monumentales por el tamaño de las imágenes los que se colocaban en la antigua Casa Presidencial de Bresssani colocado en la terraza con vista al Puente Mallol, o los de los templos católicos Catedral Metropolitana (FOTO 6), Los Dolores, La Merced y la Inmaculada Concepción.
El nacimiento no sólo es la tradición herencia de nuestros ancestros, es que es la representación de la llegada al mundo de Jesucristo, en cada hogar donde se coloque un misterio sin necesidad de ser una obra de arte, la temporada es más que significativa de la presencia cristiana en el seno de la familia (FOTO 7).
Feliz Navidad 2024 y un Próspero Año Nuevo, cuando, si Dios así nos lo permite, volveremos a estar con ustedes en la columna semanal de Diario LA TRIBUNA.