Por: Alberto García Marrder
Donald Trump regresa a la presidencia de Estados Unidos, por segunda vez, este 20 de enero y según el, con un mandato que le permitirá cumplir con sus promesas electorales: es decir ….lo que le venga en gana.
Y para eso, nos hace recordar que en las pasadas elecciones de noviembre ganó el voto popular, las del Colegio Electoral, el control de las dos cámaras del congreso y tiene el voto siempre simpatizante del Tribunal Supremo. Es decir, el poder absoluto, jamás alcanzado por un presidente, salvo el control de su propio partido debido a unos cuantos congresistas republicanos que se resisten a la idea que pronto el congreso no valdrá para nada. Será la Casa Blanca la que va a gobernar y el congreso, un títere de Trump.
¿Como van a ser sus cuatros años de presidente? El mismo lo ha dicho…”como un dictador desde el primer dia” y con afán de vengarse de los jueces que le impusieron cuatro juicios y de los periodistas que se atrevieron a criticarle. Es un “salvase el que pueda” .
Para comenzar, Trump tiene o tendrá una trifulca con los congresistas republicanos que no obedezcan sus directrices o las de su compadre, el billonario Elon Musk. O de lo contrario, se arriesgan a unas “primarias” para quitarles el cargo.
El 14 de marzo se vence el plazo para renovar el acuerdo presupuestario para evitar el cierre del gobierno por falta de fondos. Para aprobar una nueva prórroga, Trump y Musk van a exigir un acuerdo para anular el techo de la deuda para tener fondos para los programas prometidos por Trump.
Y ojo a Musk, me atrevo a decir que será el que realmente gobierne si Trump lo permite. Ademas de tener mas dinero que el futuro presidente, tiene mas poder e influencia con China y Rusia. Son dos inmensos egos que no se van aguantar y pronto van a estallar. El protagonismo que se avecina solo puede ser de uno, no de dos.
Y ambos tienen el mismo objetivo: gobernar a base de decretos sin tomar en cuenta al congreso y mucho menos a la oposición de los demócratas, que tras la humillante derrota de su candidata presidencial, Kamala Harris, está muy callada.
En el próximo mandato de Trump-Musk no habrá un contra peso, ni del congreso ni de la oposición. ¿Y de la prensa? Muy escasa por ahora, está en pánico ante las demandas de difamación que les está imponiendo Trump como venganza por criticarle.
¿Que decir del próximo gabinete que esta formando Trump, bajo el asesoramiento de Musk? La exigencia principal es que le sean leales, antes que la profesional. Como nombrar a un Secretario de Salud, Rober Kennedy Junior que no cree en las vacunas y a nadie para Educación, departamento que piensa eliminar.
Trump regresa a la Casa Blanca con una soberbia hinchada y unas ganas de tomarse una revancha contra sus rivales, sin importarle las consecuencias. Su principal problema será Elon Musk,que ademas de ser el hombre mas rico de mundo, piensa hacerlo mas al lado de Trump, por los contratos gubernamentales y por más poder.