El canciller de Honduras, Enrique Reina, informó que aproximadamente 600 hondureños detenidos en Estados Unidos están sujetos a deportación en las próximas semanas. La cifra forma parte de las políticas migratorias reforzadas que ha anunciado el presidente electo de EE. UU., Donald Trump.
Reina explicó que, además de los detenidos, miles de hondureños podrían enfrentar deportaciones debido a solicitudes de apelación migratoria denegadas en las cortes estadounidenses.
Estas solicitudes se han acumulado a lo largo de los años, y la mayoría ha sido resuelta en contra de los solicitantes, lo que los coloca en condición de ser retornados al país.
El canciller señaló que los retornos de estas personas se realizarán en un plazo de cinco días a un mes, según los procedimientos de las autoridades migratorias de EE. UU.
Según datos del Instituto Nacional de Migración (INM) de Honduras, en lo que va del año, 37,419 hondureños han sido deportados, muchos de ellos menores de edad no acompañados. Estas cifras reflejan el impacto continuo de las estrictas políticas migratorias de Estados Unidos y México en la población migrante hondureña.
La migración sigue siendo uno de los mayores desafíos para Honduras, con miles de ciudadanos buscando oportunidades fuera del país. Las autoridades hondureñas han expresado su preocupación por el bienestar de los deportados y la necesidad de fortalecer programas de reintegración para garantizar su inclusión social y económica en el país.
El Gobierno de Honduras mantiene diálogo con las autoridades estadounidenses para abordar las deportaciones de manera ordenada y buscar soluciones que beneficien a los hondureños afectados por estas políticas.