El Instituto Nacional de Migración (INM), informó que la lista de deportados de los Estados Unidos es de 37,419, durante 2024, incluyendo una cantidad significativa de menores no acompañados.
En medio de la creciente preocupación por las políticas migratorias que implementaría Donald Trump, el ministro de Relaciones Exteriores de Honduras, Enrique Reina, manifestó que hay cifras preocupantes sobre la situación de los migrantes hondureños en Estados Unidos.
Según el funcionario, 600 connacionales se encuentran actualmente bajo custodia y enfrentan deportación inmediata.
La situación se torna más compleja al considerar que miles de hondureños adicionales podrían verse afectados por las nuevas políticas migratorias anunciadas.
Reina señaló que existe un número significativo de casos pendientes en las cortes estadounidenses, donde muchos hondureños han apelado su estatus migratorio sin éxito, acumulándose estas solicitudes a lo largo de los años.
El proceso de deportación, según explicó el canciller, podría ejecutarse en un plazo relativamente corto, desde cinco días hasta un mes.
Esta información cobra especial relevancia considerando que, según datos del Instituto Nacional de Migración (INM), ya se han registrado 37,419 deportaciones de hondureños durante 2024, incluyendo una cantidad significativa de menores no acompañados.
Este escenario plantea un desafío significativo para Honduras, que deberá prepararse para recibir y reintegrar a un número potencialmente mayor de deportados en los próximos meses, en un contexto donde las capacidades institucionales y económicas del país ya se encuentran bajo presión.
MURO FRONTERIZO
La reactivación del muro fronterizo entre EE. UU. y México prometida por Donald Trump, quien asume su segundo mandato el próximo 20 de enero, tiene esperanzados a los trumpistas, y preocupados a migrantes, grupos humanitarios y ambientalistas.
Las 438 millas (689 kilómetros) construidas durante su primer mandato (2017-2021) fueron una bendición para algunos y pesadilla para otros.
John Ladd, ranchero en la frontera de Arizona, dijo a EFE que solo Trump pondrá un alto al cruce de migrantes y tráfico de drogas.
“Bajo la primera administración Trump vimos cómo la gente dejó de cruzar, el muro funciona porque permite a los agentes concentrarse en lugares donde se requiere y no ser choferes y cuidadores de migrantes como lo fueron bajo Biden”, aseguró el ranchero.
Sin embargo, migrantes y organizaciones civiles y ambientalistas consideran que fue poco lo que logró esta barrera limítrofe de Trump.
Para Isabel García, directora de la Coalición de los Derechos Humanos en Arizona, fue un “rotundo fracaso” que nunca paró el flujo migrante y una “vergüenza”.
“Vimos cómo gente inclusive ha muerto cuando caen del muro fronterizo, otros quedan gravemente heridos”, se lamentó García.
La construcción del muro de Trump, de postes de acero de 30 pies de alto (más de 9 metros) con relleno de acero y cimientos profundos, costó unos 15,000 millones de dólares (unos 20 millones de dólares por cada milla), según cifras oficiales.
“Trump utilizó esta cantidad ridícula de dinero de forma ilegal, construyendo el muro pasando sobre leyes dedicadas a proteger el medio ambiente, lo que ha tenido un efecto devastador”, dijo a EFE Erick Meza, coordinador en la frontera del grupo Sierra Club.