Por Alberto García Marrder
Es una lista larga de los desafíos internacionales que Donald Trump va a heredar de Joe Biden el 20 enero, el día de su toma de posesión: conflictos bélicos, guerra comercial, migraciones, tres dictaduras latinoamericanas, la expansión china y rusa.
A esta lista hay que añadir los problemas que el propio Trump y sus asesores billonarios van a crear, según sus intereses: el terrorismo interno, Canal de Panamá, Canadá, Groenlandia, la rebelión interna de congresistas republicanos y la belicosidad incontrolable de Elon Musk.
El reciente terrorismo causado en Nueva Orleans y Las Vegas por gente nacida en el país, encima, veteranos del ejército americano, y radicalizados por el Estado Islámico, es quizás la “patata caliente” más peligrosa que va a heredar Trump.
Los autores, no son como dijo los migrantes recién llegados, son nacidos en Texas y en Colorado. Pero sí americanos, radicalizados cuyos actos terroristas y suicidas van a ser imitados pronto en busca del martirio por Alá.
Samsun din Jabbar, de 42, un exmilitar americano llevaba una bandera del Estado Islámico, cuando arrolló con un auto alquilado a los viandantes de la famosa calle de Borbon Street de Nueva Orleans (cuna del jazz moderno). Quince murieron, incluido el conductor en un enfrentamiento con la policía.
Y en Las Vegas, Matheu Libelsberger, un militar americano en activo en Alemania, condecorado y de permiso, hizo estallar un auto eléctrico alquilado y lleno de explosivos, frente a la entrada del hotel Donald Trump en Las Vegas, en un aparente suicidio. Cinco personas quedaron heridas.
Según las autoridades, no hay vinculación entre los dos actos, salvo que los dos militares estuvieron en la guerra de Afganistán con el ejército americano.
CONFLICTOS BÉLICOS: GAZA Y UCRANIA
El conflicto palestino de Gaza se enquista y se ve una solución difícil, depende más de Israel y las simpatías por la causa palestina no es suficiente en las universidades estadounidenses.
Lo de Ucrania, es otra cosa. Casi a tres años de la invasión rusa, se sigue luchando, a pesar de la presencia de soldados norcoreanos, aliados de los rusos.
Trump ha prometido reducir o cancelar la ayuda norteamericana al gobierno de Kiev y poner fin a ese conflicto “en menos de 24 horas” y eso significaría torcerle los brazos al presidente Volodomir Zelenski para que acepte acuerdo de paz que reconozca los derechos rusos sobre los territorios ucranianos ocupados, especialmente la península de Crimea. Y eso a cambio de ayuda económica de Estados Unidos para reconstruir el país después de casi tres años de guerra.
TRES DICTADURAS LATINOAMERICANAS QUE APESTAN
Biden le deja a Trump como lidiar con tres dictaduras latinoamericanas que apestan por sus violaciones a los derechos humanos: Cuba, Nicaragua y Venezuela. A cual más represiva con los pocos opositores que quedan.
Nicolás Maduro, pretende este 10 de enero en declarase, por tercera vez, presidente de Venezuela, cuando perdió en las pasadas elecciones por cuatro millones de votos.
Y con el verdadero ganador de las pasadas elecciones, Edmundo Gonzales Urrutia, ha ofrecido 100,000 dólares por su cabeza, si aparece en Caracas, como ha prometido desde su exilio en Madrid, para “tomar posesión”. Estados Unidos, que lo reconoce como el verdadero presidente de Venezuela, ha ofrecido 15 millones por Maduro, “vivo o muerto”.
El senador ultraconservador Marco Rubio, de Florida y ascendencia cubana, es el escogido por Trump para ser su futuro Secretario de Estado (de Relaciones Exteriores) y es el que va a lidiar -se espera con mano dura- con estas tres dictaduras.
Y la de Cuba, un fracaso de los Castro después de 60 años se va a caer por su propio peso y la dictadura familiar sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua podría aguantar más sanciones norteamericanas, a pesar de que indigna sus represiones, hasta contra la Iglesia católica.
MIGRACIONES Y GUERRA COMERCIAL CON MÉXICO
Lo de las migraciones por la frontera mexicana con Texas es otra “patata caliente” que le deja Biden a Trump, agravado por las amenazas de Trump de imponer un 25 por ciento a las importaciones de productos mexicanos si México no frena ese flujo migratorio, ya sea mexicano o centroamericano. Y amenaza también con deportaciones masivas, de unos diez millones de migrantes indocumentados.
Como deportaciones le resultaran muy caras, creo que con un millón le bastará para declarar una victoria “simbólica”.
Pero esa guerra comercial con México (el gobierno mexicano ha prometido represalias), no creo que pueda aguantarla por mucho tiempo cuando las amas de casa empiecen a quejarse del alto precio de los productos mexicanos.
CANAL DE PANAMÁ, TAIWÁN, MEDIO ORIENTE Y CHINA
Trump ha amenazado a Panamá de retomar la propiedad del Canal por “las abusantes tarifas” que le cobran a los buques norteamericanos. Legal y moralmente no puede hacerlo. Por la fuerza sí.
La mayoría de países latinoamericanos ha apoyado la soberanía panameña del Canal, Y en Groenlandia, han dicho que no ha está a la venta el territorio que aspira comprar Trump… y en Canadá están indignados por la sugerencia del presidente electo de que su país sea el 51 estado de la Unión y que su primer ministro sea un simple gobernador
China dice que este año, el 2025, va a recuperar “su provincia” de Taiwán. ¿Cómo van a reaccionar el trío Donald Trump-Marco Rubio-Elon Musk, el principal asesor presidencial y el hombre más rico del mundo?
Y Washington tendrá puestos los ojos en Oriente Próximo y del estado islamista que surgirá en Siria tras la caída del dictador Bashar al Asad, fugado a Moscú con su familia, y donde le robarán su fortuna y a su esposa, enferma de cáncer y con deseos de pedir un divorcio.
Y para Estados Unidos, su verdadero y futuro enemigo no será Rusia. Si lo será China, una potencia que se prepara para disputarle a Estados Unidos el título de “súper potencia”.