El problema de la vivienda siempre ha sido un problema social en los diferentes gobiernos que se han rotado en los asuntos de Estado y aunque en los años cincuenta y sesenta no se miraba con la gravedad de hoy en día, con el triunfo de la revolución cubana, nuestro aliado del norte, con el propósito de colocar un muro de contención para que nuestros países latinoamericanos, no siguieran el ejemplo de la perla de “las Antillas”, en reunión de los países latinoamericanos en punta del este Uruguay, se sacó un paquete de ayuda de carácter social para toda la región de mil millones de dólares, para proyectos de carácter social. Aquí en nuestra casa, se crearon proyectos de vivienda, como el de la colonia Kennedy, 21 de octubre, y El Pedregal que de alguna manera beneficiaron a muchos hondureños de escasos recursos, pues sus precios eran bajos, para el momento, aunque con el tiempo llegó gente de clase media.
Hoy, que ya han trascurrido algunas décadas, analizando lo que hoy vivimos, vemos que no contamos con programas sociales que nos venían del exterior, la marginalidad ha crecido en forma desproporcional y las medidas sanitarias son en algunos lugares inexistentes y en otros lugares deficiente, con una población en la marginalidad enorme, y a esto le agregamos que hoy comprar una vivienda digna no es hecho fácil.
Ojalá en el futuro los próximos gobiernos pongan más atención a este problema social, que por ya no contar con la ayuda del exterior debemos atender con prioridad, en nuestra casa, pues la vivienda digna es un derecho humano y es obligación del Estado fomentarla.
Manuel Aguilar Palma
Periferia de San Miguel de Heredia