Tres mil millones de lempiras sumaron las pérdidas en el sector agrícola por impacto de la tormenta tropical Sara en al menos cinco departamentos de Honduras, de acuerdo con las cifras actualizadas por la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG).
El titular de la Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria (Dicta), Arturo Galo, amplió que las mayores pérdidas tienen que ver con el paso de la tormenta tropical Sara, sobre todo con daños en el norte del país y litoral atlántico en los departamentos de Cortés, Yoro, Atlántida, Colón y Gracias a Dios.
“La pérdida no solamente fue en granos básicos, también en otros cultivos como banano, palma africana, ganadería e infraestructura, tanto de comunicación, como agrícola”, detalló el titular de Dicta, dependencia adscrita a la SAG.
“De acuerdo con los datos que la Secretaría de Agricultura y Ganadería pudo comprobar, esas pérdidas andan por alrededor de los 3 mil millones de lempiras”, confirmó.
El grano básico más afectado fue el arroz, considerando que casi la mitad de la siembra fue dañada totalmente en algunos casos, y parcial en otros, le sigue afectación al maíz, en frijol y sorgo.
La proyección al inicio del 2024 era producir 20 millones de quintales en granos básicos, de estos, 15 millones de sacos en maíz, de 3 millones a 3.4 millones en quintales de frijol, de 600 mil a 700 mil sacos de arroz y unos 500 mil quintales de sorgo.
Sobre temores de desabastecimiento y de masivas importaciones en este 2025, Arturo Galo garantizó que para compensar daños sobre todo en maíz, frijol y sorgo, se impulsa la siembra de postrera tardía. “Continúa lloviendo en la región norte, seguimos con siembras sobre todo en frijol”, sostuvo.
“El país sigue produciendo y el mercado está siendo abastecido. En 2025 se fortalecerá el apoyo para mejorar la productividad en granos básicos y créditos a través de Banadesa con tasas de interés de 2.5 por ciento en granos”, adelantó.
Se le fortalecerá también el Bono Tecnológico Productivo, que en 2024 cerró con inversión de mil millones de lempiras para 500 mil productores de los estratos más pobres con agricultura tradicional que no tienen acceso a créditos de la banca.
“Esa ayuda se concretó durante los tres ciclos, primera, postrera y postrera tardía para agricultores denominados de subsistencia que obtienen pequeños excedentes para atender otras necesidades”, concluyó Arturo Galo.