“TIENE razón Winston –mensaje del amigo fundador del colectivo– no podemos generalizar en cuanto a los políticos”. “Hubo un tiempo en que teníamos ese sentimiento de admiración y respeto, además nos sentíamos confiados de nuestro futuro por el liderazgo de los que ejercían sus funciones públicas con honor, respeto y liderazgo”. “Siempre hubo algunos que desprestigiaron la clase política, pero eran los menos, y aquí es donde debemos de preguntarnos ¿qué pasó?”. Alusivo a la conversación de cierre: (Sin embargo –entra el Sisimite– ¿no te parecería que no es del todo justo generalizar de manera negativa sobre la política? -Claro –tercia Winston– sin el ejercicio político no habría forma de organizar una sociedad ni de construir un gobierno que promueva el bien común. Aunque los actos de algunos políticos desprestigiados suelen recibir más atención, también existen líderes que ejercen la política con integridad y genuino compromiso).
Dada la curiosidad de si hay recuento histórico sobre algunas etapas cuando la política sirvió al bien común, consultamos el Chat-GPT su criterio sobre las elecciones sucesivas en Centroamérica tras los conflictos violentos en la década perdida de los 80, que sacaron a las naciones de prolongados períodos de dictaduras y de control militar. Y en efecto, fue “un punto de inflexión en la región”. “Estos procesos fueron fundamentales para el inicio de la transición hacia la democracia, a menudo con Honduras liderando el camino”. “En 1980, Honduras celebró elecciones para una Asamblea Constituyente, lo que marcó el fin del gobierno militar directo y sentó las bases para la transición democrática”. Restableció el orden constitucional: “Tras casi dos décadas de regímenes militares, se dio paso a la elaboración de una nueva Constitución, promulgada en 1982”. “Las primeras elecciones generales ya en el marco constitucional marcaron el retorno a la democracia formal con un gobierno civil”. Lo acontecido fue inspiración para la región: “La transición pacífica de Honduras hacia la democracia mostró a otras naciones que era posible abandonar las dictaduras militares y los conflictos internos mediante elecciones y reformas constitucionales”. “El ejemplo de Honduras ayudó a moldear el proceso en El Salvador, donde la guerra civil aún estaba en curso”. “En 1982, El Salvador celebró elecciones para una Asamblea Constituyente, un primer paso hacia la democratización, aunque todavía en medio del conflicto armado”. “Los acuerdos de paz de Chapultepec (1992) consolidaron finalmente la democracia salvadoreña, con la desmovilización de las guerrillas y la reforma de las instituciones políticas”. “Guatemala, que también enfrentaba una guerra civil brutal en los años 80, tomó nota de la transición hondureña: En 1984, Guatemala celebró elecciones para una Asamblea Constituyente, lo que permitió la redacción de una nueva Constitución promulgada en 1985”. “Estas reformas llevaron a la elección democrática en 1986, marcando el fin del dominio militar directo y el inicio de una frágil democracia”.
“Nicaragua estaba bajo el régimen sandinista desde 1979, pero la presión regional y los esfuerzos de mediación internacional, como los Acuerdos de Esquipulas II (1987), llevaron a elecciones democráticas en 1990”. “La presidenta civil opositora, elegida en comicios, produjo una transición histórica que marcó el fin de la guerra civil y abrió una etapa de alternancia política”. “Aunque el proceso fue distinto al de Honduras, la experiencia de transición pacífica en la región influyó en la aceptación del resultado electoral”. (Y datos adicionales –entra el Sisimite– que Honduras, además de avanzar en su propia transición democrática, jugó un rol clave como mediador regional: “Alojaba bases de grupos opositores nicaragüenses y salvadoreños, pero también promovió espacios de diálogo bajo auspicios internacionales”. “En la década de 1980, se convirtió en un centro para las negociaciones de paz que buscaban estabilizar la región”. -Y en resumen –ilustra Winston– “el proceso iniciado en Honduras en 1980 no solo marcó el comienzo de la democracia en el país, sino que fue un precedente para sus vecinos”. “Aunque los desafíos como la corrupción, la violencia y la desigualdad siguen presentes, estos procesos demostraron que la política democrática podía ser una vía para superar décadas de represión y conflicto”).