Germán Leitzelar, abogado: “Los políticos hondureños traen las crisis en el ADN”

Relajado, con ese caminado brincadito y a punto de cumplir 80 años, flaquito, como siempre, Germán Leitzelar repasa las luces y sombras del país en estos tiempos inciertos. A la vez, recuerda su trayectoria en la función pública, incluyendo las grandes anécdotas en la política vernácula, a la cual llegó por medio de grupos marxistas y liberales de los años 60, pero de los cuales se desmarcó cuando aparecieron los pleitos entre “gordos y flacos” y mejor decidió abrazar la ideas socialdemócratas y dedicarse a la abogacía. Antes, había sido dos veces campeón nacional en pimpón, un deporte que aprendió con unos amigos sampedranos. “Me decían La Flecha Verde”, recuerda entre risas. Es imposible contar todo lo que dijo en ráfaga en más de dos horas, su estilo especial de dar entrevistas, -hay que pararlo, a veces- pero aquí van sus mejores reflexiones. Eso sí, estudioso como es, con la Constitución en la mano, la misma que ayudó a redactar en 1980 y en el mismo bufete de hace 40 años de Plaza Miraflores, donde atiende a los ciudadanos de a pie y los casos de grandes personajes como el expresidente Ricardo Maduro cuando quisieron atajar su postulación, acusándolo de ser panameño.

Lo vemos poco en los medios y eventos públicos, ¿se retiró?
No, siempre, activo, de vez en cuando aparezco, hay que darle espacio a las nuevas generaciones.

¿Sigue jugando pimpón?
Eso sí, lo he dejado por mi edad.

¿Alguna vez jugó contra el expresidente Azcona?
Una vez me llamaron para jugar contra él, pero no se pudo, ni con Nasralla.

¿A quién hubiera derrotado más fácil?
A los dos, recordá que fui campeón nacional dos veces y cinco universitarios, me decían “La Flecha Verde”.

O sea que de pimpón solo le queda el recuerdo del profesor Pineda Ponce, ¿se llevó bien con él?
Claro, se resintió un poco conmigo porque defendí a Maduro, pero era una cuestión profesional, yo no tengo colores políticos, solo el PINU-SD.

¿Por qué tomó el caso de Maduro?
Por una razón personal, yo recibí amenazas de muerte en un momento de mi vida y tuve la posibilidad de protegerme con una de las nacionalidades de mis padres, alemana y vasco española, estudié los casos, pero nunca tomé la decisión de acogerme. Revisé el caso de Maduro muchas horas en este bufete. Tenía vínculo con su abuela hondureña por sangre, él nació en Panamá, pero él tomó la decisión de tomar la nacionalidad que quisiera.

Pero el primero que dijo que Maduro era panameño, fue Callejas, según el expresidente Reina, ¿sería cierto?
Lo escuché, pero mi primera dicusión fue con Jorge Arturo y también Pineda Ponce tenía la problemática de la partida de nacimiento de Guatemala, pero lo que te quiero decir que en el marco científico que yo estudié, Maduro es hondureño.

Como su padre era de Amapala, perteneció al Club de Coyolito?
Jamás, ni el de la Triple A, a mí me gustó Los Delgaditos, Cedeño, pero el mar me llevó la casa y me pasé a Punta Ratón.

¿Qué fue del PINU-SD que usted ayudó a fundar?
Matías Funes decía, en broma, que, ahora, PINU-SD quería decir Pinu – Solo Doris (Gutiérrez, la actual designada presidencial, electa bajo una alianza con Libre). Para mí, el PINU-SD sigue siendo mi valoración ideólogica política y la esperanza de que pueda participar en un gobierno integral.

¿Le sorprendió ese giro de Doris Gutiérrez?
A mí me ha sorprendido, porque siempre he pensado que es una buena mujer, muy activa, honrada, pero la absorbió el poder.

¿Quiénes fueron sus mentores profesionales?
Tuve tres maestros: Alberto García Bulnes, prácticamente, un padre para mí; José Armando Sarmiento y Carlos López Osorio, me formé con ellos hasta que instalé mi despacho donde estamos dialogando desde 1986.

¿Cómo se inició en política?
Desde mi vida estudiantil, con compañeros como Víctor Meza, con mucha capacidad intelectual, estudiando todas las visiones del marxismo, el capitalismo, nos opusimos al golpe de Estado de Villeda Morales de 1963 y después militamos en el FRU de la UNAH.

¿O sea que comenzó en la izquierda o al menos liberal?
Eran círculos de estudio y defensa de los derechos humanos con Ramón Custodio López, mis padres eran liberales a muerte, pero yo siempre fui independiente, estuve cerca de gente de izquierda, comencé con ellos, pero el conflicto entre gordos y flacos, prochinos, prosoviéticos, vi que era la misma historia de los partidos tradicionales, por eso me dediqué al pensamimiento socialdemócrata y a servirle al país, jamás tuqué un cinco.

¿Un candidato que le hubiera gustado como presidente en ese tiempo?
Jorge Bueso Arias, era el candidato ideal para ser presidente, pero lastimosamente, un pleito interno en el Partido Liberal convocando a no ejercer el sufragio, no lo dejó llegar.

¿Cómo fueron los gobiernos militares?
Yo no fui funcionario, pero participé en el segundo gobierno en la reforma agraria de López Arellano, en la capacitación de campesinos, se estructuró un verdadero plan nacional de desarrollo, con el coronel Mario Maldonado Muñoz. Yo trabajaba en organización junto a Gilberto Ríos padre, el brasileño Santos de Morais, un agrarista, que creó las empresas asociativas. Lo curioso es que estas empresas fracasaron en Honduras, pero el modelo fue tomado en Italia y en otros países y sigue existoso.

¿Y aquí por qué fracasaron?
La corrupción destruyó el proceso agrario, entre empresarios y políticos, convirtieron el proceso en una mercantilización de la tierra. Esa misma corrupción destruyó el plan de salud de Enrique Aguilar Cerrato, el mejor ministro de Salud en la historia de Honduras.

¿Su mejor anécdota?
Tantas, pero una muy personal: Mi padre y mi madre hicieron un vuelo al Florido, Copán, junto a siete pasajeros, tuvieron un accidente, todos murieron, incluyendo mi hermano mayor, excepto, mis padres, por eso te estoy contando la historia.

¿Por qué no crecieron la PDCH y el PINU-SD?
Por falta de cultura política, a pesar de las intensas capacitaciones a través de la Fundacion Ebert, nadie dejó de ser liberal o nacionalsita por tradicionalismo.

¿Sigue trabajando tanto en su bufete?
Trabajo hasta tarde, anoche me acosté a las dos de la mañana terminando de revisar unos casos y me levanto a las 6:00 de la mañana. Yo amo mi trabajo, no por lo que me genera en dinero, si algo no lo puedo cobrar, no lo cobro, pero lo primero que pienso cuando un cliente viene es resolverle su problema, no en cobrarle.

¿Acepta que le digan golpista?
Falso. Carlos H. Reyes sabe toda la verdad. A mí me llamó Alfredo Saavedra y Roberto Micheletti para que formara el gabinete y les dije que no. Me ofrecí como mediador y Carlos me dijo que no porque la cosa estaba caliente. Yo no tuve nada que ver en ese conflicto, sí me opuse a la Cuarta Urna, porque significaba el continuismo de Mel y sabía lo que iba a venir.

¿Qué piensa del arresto del general (r) Romeo Vásquez Velásquez?
Para mí, no. No soy penalista, pero me da la impresión que eso tiene una visión parecida al caso del muchacho que metieron a la cárcel por la muerte del fiscal.

¿Sigue siendo funcional el Código del Trabajo?
Es un código muy avanzado, pero se construyó como un contrato colectivo con las bananeras y eso, en cierto sentido, afectaron el desarrollo de las micro y pequeñas empresas.

¿Por qué Honduras nunca despegó?
Porque no hemos superado la apropiación de los gobiernos por familias y dos cosas más graves: el continuismo y la reelección. La reelección en Honduras siempre trajo guerras y solo Azcona, Callejas, Reina, Flores, Maduro y Pepe Lobo no buscaron la reelección porque tenían visión de servicio, los demás gobernaron con una visión de servirse y a su familia. La crisis viene en el ADN de los políticos hondureños, todos están en contra de la reelección, pero del otro, no la de él y cuando llegan al poder se enamoran del poder.

¿Un político que admiró?
Antonio Tulín Méndez, el primer campesino diputado, era del PINU, quisieron comprar su voto, cuando Suazo Córdova quería reelegirse, pero tuvo la nobleza de convertir su voto en defensa de la democracia.

¿Estuvo de acuerdo con la famosa Opción B?
Fue una violación constitucional, pero necesaria, para que las fuezas políticas económicas y militares se pusieran de acuerdo.

¿Hacia dónde vamos?
Es preocupante, hemos perdido la visión de país por la ambición de poder y los gobiernos abusivos, no hay cambios, la misma dirigencia sindical y empresarial, enquistada. Los partidos son de grupos familiares, con aspiraciones reeleccionistas y continuistas. Lo más grave es que perdimos la capacidad de dialogar y provocamos la confrontación en todos los niveles y más allá de nuestras fronteras bajo principios de soberanía que ya no existen.

Se culpa mucho al modelo económico, ¿está de acuerdo?
Es que no somos un país capitalista, ojalá lo fuéramos, somos un sistema mercantilizado, la universidad se ha dedicado a crear piezas de respuesto para el sistema obsoleto, si queremos tener un paraíso económico, no podemos tener un infierno social y al revés.

Le están endilgando el desastre del Seguro Social, ¿cómo lo dejó?
Nosotros lo dejamos limpio, sin deudas, con medicina, una ley y más de 3,600 millones de lempiras para que el que llegara pudiera arrancar. Lo que pasa es que ya descubrieron ese dinero y lo están usando para el clientilismo político, por eso le volaron el cuello a Carlos Aguilar, poque anunció que lo usaría en inversiones. Excepto Carlos, los directores anteriores fracasaron, corrieron a aprobarse diez mil lempiras en dieta, yo no cobré ni un cinco al Seguro, ni Vilma ni Roberto tampoco.

¿Es cierto que ganarle un juicio laboral al Estado es como pegarle a una patada a un bolo?
Volvemos a lo mismo, el problema es la corrupción. Los funcionarios contratan activistas y luego los despiden para que demanden, como está sucediendo en este gobierno. El problema no es de jueces ni abogados.

¿Le ha ganado un juicio a Olvin Rodríguez?
Casi nunca hemos peleado juicios y cuando ha sucedido, nos hemos puesto de acuerdo, dialogando, estrictamente en el marco de justicia.

¿Cuántas firmas representa?
Ahora, unas cuatro empresas y algunas instituciones sin fines de lucro que no cobramos asesorías, excepto cuando hay casos.

¿Cómo le gustaría que lo recuerden?
Como una una persona, que, por muchos medios, intenté servirle al país.

ÉL ES…
Germán Edgardo Leitzelar Vidaurreta nació en la ciudad de Santa Bárbara el 4 de julio de 1945, de padres de origen alemán y vasco español. Hizo estudios primarios y secundarios en San Pedro Sula y se graduó de abogado en la UNAH con especialidad en Derecho Laboral. Fue diputado del Congreso Nacional y Ministro del Trabajo entre otros cargos públicos. Es fundador del Bufete Leitzelar y Asociados donde sigue atendiendo desde 1986.

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