“ME gusta el significado de Kairós –mensaje de un buen amigo– me impele a no cejar en mis propósitos de trabajo y crecimiento”. “Ahora que me encuentro en los Estados Unidos y que he decidido quedarme, por ratos me siento vulnerable; espero ir adquiriendo confianza a medida me acostumbre”. “Claro la fe puesta en el Creador del cielo y de la tierra”. Otra buena amiga: “Saboreando la lectura de Kairós y haciendo mis apuntes”. “Por cierto, ahora yo también entiendo más y sé que el Sisimite y Winston realmente existen”. Alusivo a la conversación de cierre: (-¿Leíste lo que dijo?, ja, ja, ja –ríe Winston– “el punto es que ya creemos que el perro habla y que el Sisimite existe”. Faltaba más, somos los intangibles –como el sentimiento, las emociones, la empatía, el misterio, la magia de las ilusiones– que, aunque no se vean ni se palpen, existimos).
A propósito de los intangibles, varios lectores del colectivo indagaron sobre la cronología del nacimiento de Jesús. Según la consulta al Chat-GPT, ha sido objeto de debate durante siglos, ya que “no existen registros históricos precisos ni evidencia concluyente que determine el día, mes o incluso el año exacto de su nacimiento”. “Esto ha dado lugar a interpretaciones teológicas, culturales y astronómicas que intentan aclarar estas preguntas”. ¿Por qué se celebra el 25 de diciembre? “El Nuevo Testamento no menciona la fecha exacta del nacimiento de Jesús”. “La elección del 25 de diciembre probablemente se debió a la coincidencia con las festividades romanas del Sol Invictus (el Sol Invencible) y las Saturnales, celebraciones paganas asociadas al solsticio de invierno”. “La Iglesia habría adoptado esta fecha para cristianizar estas festividades y facilitar la conversión al cristianismo”. Remontándonos a la antigüedad, “algunas comunidades cristianas de los primeros siglos celebraban el nacimiento de Jesús en otras fechas, como el 6 de enero (que hoy corresponde a la Epifanía) o el 20 de mayo”. “Según Lucas 2:1-2, Jesús nació durante un censo ordenado por el emperador Augusto, cuando Quirino era gobernador de Siria”. “Sin embargo, este censo ocurrió alrededor del año 6 d.C., lo que genera conflictos con el relato de Mateo, que menciona que Jesús nació durante el reinado de Herodes el Grande, quien murió en el 4 a.C.” “La mención de pastores cuidando a sus ovejas en los campos (Lucas 2:8) sugiere que no era pleno invierno, ya que en esa época las ovejas no se encontraban al aire libre durante la noche”. “La fecha convencional del nacimiento de Jesús (1 d.C.) fue calculada por Dionisio el Exiguo en el siglo VI, pero se considera imprecisa”. Los estudios actuales sugieren que Jesús pudo haber nacido entre el 6 y el 4 a.C., durante los últimos años del reinado de Herodes”.
(Quedemos –entra el Sisimite– aunque históricamente, no haya consenso sobre la fecha exacta del nacimiento de Jesús ni sobre la naturaleza de la estrella de Belén, la imprecisión no es nada rara dada la ausencia –aparte de citas en los evangelios– de datos fehacientes de aquella época. -Sin embargo –interviene Winston– volvemos a los valores intangibles que, aunque no se vean o se toquen no quiere decir que no existan. “Ambos aspectos combinan elementos de tradición, simbolismo y posibles fenómenos astronómicos”. “Lo que permanece constante es el mensaje espiritual del nacimiento de Jesús –su vida, su divina obra, su sagrada historia, su ejemplo– como un evento de esperanza y redención, independientemente de su exactitud histórica”).