A criterio de Jorge Valladares, Honduras tiene la obligación de recibir a los compatriotas deportados desde Estados Unidos, en respuesta a las recientes advertencias del presidente estadounidense, Donald Trump, quien asumió como el 47° gobernante de ese país con un enfoque restrictivo en materia migratoria.
En su discurso inaugural, Trump reiteró su intención de invocar una antigua ley de 1798 para declarar una emergencia nacional en la frontera sur, designar a los carteles mexicanos como organizaciones terroristas y facilitar deportaciones masivas. Ante esta postura, Valladares destacó que “Honduras es para los hondureños” y enfatizó el derecho de los ciudadanos a regresar a su país de origen, independientemente de las políticas extranjeras.
El abogado también señaló que los gobiernos tienen la responsabilidad de fomentar condiciones que eviten la migración forzada, como la creación de empleo y el fortalecimiento del sector agropecuario.
“Honduras tiene que generar todas sus riquezas, o la mayoría están en el agro, porque es donde efectivamente podemos sobresalir fácilmente”, explicó Valladares, enfatizando la necesidad de invertir en infraestructura, capacitación técnica y sistemas de riego.
Según datos recientes, Honduras lidera las órdenes de deportación en Estados Unidos, con más de 261 mil connacionales enlistados para ser retornados. Esto refleja una creciente preocupación ante la posibilidad de deportaciones masivas bajo la administración de Trump y el impacto que esto podría tener en el país centroamericano.
Valladares concluyó que es imperativo que Honduras actúe de manera estratégica frente a este desafío, promoviendo el desarrollo interno y brindando alternativas a quienes regresen al país.
“Es necesario generar condiciones dignas para que los hondureños puedan construir un futuro aquí, sin depender de decisiones tomadas desde el extranjero”, sentenció.