Este martes, José Orlando Leiva Natarén, ex subcomisionado de la Policía Nacional, y su esposa, Nancy Patricia Sánchez Cruz, se entregarán a las autoridades hondureñas para enfrentar cargos relacionados con lavado de activos, en un caso que lleva más de siete años bajo investigación.
La pareja será presentada ante la audiencia de declaración de imputado, donde se les acusa de un incremento patrimonial injustificado y movimientos financieros sospechosos que, según el Ministerio Público, no corresponden con sus ingresos legítimos.
El proceso contra Leiva Natarén y su esposa comenzó hace más de siete años, cuando fiscales de la Unidad Fiscal de Apoyo al Proceso de Depuración Policial (UF-ADPOL) detectaron irregularidades en sus finanzas. Entre 2006 y 2017, el ex subcomisionado movilizó cerca de 913 millones de lempiras en el sistema financiero, de los cuales más de 300 millones no pudieron ser justificados.
Cuando se emitió el requerimiento fiscal y la orden de captura, Leiva Natarén abandonó Honduras y se estableció en Estados Unidos, específicamente en Florida, amparado por una visa de inversionista. Allí, operaba una empresa de transporte de carga, según fuentes oficiales.
En 2018, la Fiscalía de Honduras solicitó su extradición, pero la petición no prosperó. Autoridades estadounidenses expresaron sorpresa al descubrir que Leiva Natarén había ingresado al país como inversionista, a pesar de las acusaciones pendientes en Honduras.
El expolicía y su esposa ingresaron a Honduras el lunes 20 de enero de 2025, en cumplimiento de un acuerdo para entregarse a las autoridades. La Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) de Estados Unidos mantuvo comunicación con sus homólogos hondureños durante este proceso.