Hace 69 años, el 25 de enero de 1955. La mujer hondureña recibió con beneplácito el decreto que les otorgaba el derecho a ejercer el sufragio. Esa fecha quedó establecida como el Día de la Mujer en Honduras.
Hubo que recorrer un largo camino para conquistar sus derechos políticos. Como larga ha sido la lucha para que se le reconozcan plenamente sus demás derechos.
Hoy, la mujer hondureña ha logrado abrirse paso en las diversas esferas del acontecer nacional, demostrando su valía, su capacidad y su vocación patriótica y democrática. Todavía hay espacios por abrir y obstáculos que derribar, ámbitos que limpiar, en los que se atenta contra su dignidad como persona, como profesional y, como madre, como ama de casa y como ciudadana.
En estas fechas, las mujeres hondureñas, especialmente las que ya portan un documento nacional de identificación, intentarán ser seducidas por los políticos de turno, para que les concedan su voto en las próximas elecciones internas de los partidos y en las generales de noviembre del presente año.
Ellas, las mujeres, con su innata inteligencia, sabrán escoger los candidatos más idóneos para legislar y dirigir el país, y conducirlo por mejores derroteros, que los que actualmente transitamos. Es necesario que hagan a un lado las emociones y los sentimentalismos. Hay que saber escoger entre aquellos aspirantes que hagan las mejores propuestas, las que sean viables y que realmente apunten a la solución efectiva de los graves problemas que afectan a nuestra población y, en especial a ellas, como amas de casa, trabajadoras o empresarias.
Felicidades mujeres hondureñas. Que Dios las siga bendiciendo.
Tegucigalpa, M.D.C., 25 de enero de 2025.