Un migrante hondureño, identificado preliminarmente como Wilson Velásquez, fue capturado este domingo por agentes migratorios tras asistir a un servicio religioso en una iglesia pentecostal ubicada en Norcross, Georgia. El arresto ocurrió a las 11:00 a.m. cuando Velásquez salía del templo, portando un grillete electrónico como parte de su proceso migratorio.
El pastor de la congregación relató que los agentes no ingresaron al recinto, que cuenta con estrictas medidas de seguridad, incluyendo un sistema de acceso controlado por código PIN. Según explicó, el arresto fue rápido y sin confrontaciones. “No medió palabra. Solo tuvieron contacto con él para arrestarlo”, comentó. Asimismo, aclaró que Velásquez no enfrentaba cargos criminales, sino que cumplía con las normativas de su proceso migratorio.
La detención de Velásquez ocurrió frente a su esposa y sus tres hijos menores, quienes no tuvieron la oportunidad de despedirse. Según testigos, los agentes evitaron cualquier contacto entre el detenido y sus familiares, dejando a la familia en un estado de profunda confusión y angustia.
La esposa del detenido, visiblemente afectada, expresó: “No sabemos por qué se lo llevaron, él estaba cumpliendo con todo. Teníamos documentación provisional, números de seguro social y permisos de trabajo”. La familia, que lleva casi dos años en Estados Unidos, ahora enfrenta una incertidumbre total sobre el paradero y la situación legal de Velásquez. “No sé dónde está ni qué está pasando con él”, agregó entre lágrimas.
El caso ha generado preocupación entre la comunidad inmigrante local, quienes temen que este tipo de incidentes pueda romper la confianza en las iglesias como espacios seguros. Desde la administración de Donald Trump, algunas políticas migratorias han endurecido las operaciones de detención en lugares considerados tradicionalmente protegidos.
Mientras la familia de Velásquez busca respuestas, miembros de la iglesia y de la comunidad hondureña en Georgia han mostrado su solidaridad. La esposa del detenido, aunque profundamente afectada, aseguró que mantendrá su fe intacta y seguirá luchando por la unidad de su familia.
Este caso se suma a otros incidentes recientes que evidencian el complejo panorama migratorio que enfrentan los hondureños en Estados Unidos, muchos de los cuales viven en un constante estado de incertidumbre debido a sus procesos legales y las estrictas políticas migratorias.