Por: Edgardo Cáceres Castellanos
Con suma satisfacción he recibido su libro “KAIROS”, un nuevo aporte al tema “Más libros”, “Más libres”, de la II Feria Internacional del Libro celebrada en nuestro país. La importancia de leer un libro impreso, además de “disfrutar la enriquecedora bondad de la lectura”, como usted lo expresa, consiste en establecer los conocimientos y mensajes que él contiene y que en KAIROS, son varios, lo que hace difícil abordarlos en su totalidad, por lo cual trataremos algunos.
Principiando por la Portada, esta resulta impresionante: Un pequeño perro posando sobre un libro abierto que, sin lugar a dudas, es la imagen de su querido perrito; que conmueve a recordar que debemos proteger, cuidar y dar ternura a los animales, lamentando que todavía hay desalmados que matan a un indefenso canino y causan heridas a un quetzal. El libro abierto, relacionándolo con sus expresiones, “el buen hábito de la lectura”, “el ánimo de leer”, “de los libros acariciados”, “la lectura de cuentos”, “la lectura y el aprendizaje” son esenciales para crecer y entender el mundo que nos rodea. También la diversión se encuentra en las páginas de los libros, lo que me lleva al convencimiento de que usted no es un simple lector sino un lector apasionado que cree, igual que el suscrito, que el libro escrito no va a desaparecer, no obstante, la existencia del libro electrónico y la inteligencia artificial.
Interesantes los artículos: “Amor Propio”, “Biogénesis”, “Escrito Está” y “Estrella de David”, escritos por su adorado nieto Carlos Eduardo, que nos ofrece luces de los mandamientos bíblicos y nos informa de descubrimientos científicos, que han beneficiado a todos los habitantes de la Tierra; no encontrando de nuestra parte que exista confrontación entre nuestros valores religiosos y los avances de la ciencia.
Resulta valioso e importante resaltar de su libro, el patriótico llamado que hace a las organizaciones políticas de nuestro país más que propicio este año, en que celebraremos elecciones generales. Si las elecciones políticas no fueran ruines y “la sociedad no pasara deshaciéndose en pleitos estériles, habría de sobra para hacer el país distinto que merece el pueblo hondureño” y serviría como usted lo señala: “Para luchar contra la pobreza extrema en varias de sus manifestaciones: hambre, enfermedad, precariedad de ingresos, falta de vivienda adecuada, exclusión social, problemas educativos y de sostenibilidad ambiental”.
Finalizo haciendo referencia a su artículo, “Peregrino”, un auténtico relato de la vida real, que debe ser una esencial preocupación de los sectores económicos, políticos y sociales del país y que usted expone de manera sensible: “Ya voy tarde –dijo– me esperan mis compañeros peregrinos, de la caravana; unos que llevan meses buscando sustento digno y no hay empleos, ni por hora ni por día, ni siquiera trabajo por comida, por ningún lado: otros que prefieren agarrar por los atajos prohibidos y terminar enredados en las maras de sus barrios; y alguna que otra alma desahuciada, temerosa de ir a empeñar la vida, si es que es vida lo que queda, víctima de las crueles garras de la violencia”.
ESPERO QUE LO ESCUCHEN Y ACTUEN.