Carlos Medrano
La política es una ciencia, debería ser un apostolado, es la búsqueda del poder para hacer el bien común, es el arte de gobernar una organización y administración de un Estado en sus asuntos e intereses, lastimosamente en Honduras la política ha sido utilizada para robar, para matar, para destruir, para manipular y para hacer pactos de maldad.
La política es el “ejercicio del poder”, para solucionar los problemas de los pueblos con decisiones buenas que cambian a una nación, a una organización o a una comunidad.
Si miramos la Honduras que tenemos hoy podemos deducir fácilmente que el país ha ido de mal en peor, cada día somos más pobres, somos menos felices, no hay esperanza ni positivismo, la gente se marcha de Honduras buscando un mejor futuro, no importando los riesgos y las vicisitudes a los que se enfrente.
Dejan su casa, su hogar, su familia, venden una vaquita caratosa que se encontró en un potrero y en medio de la pobreza y porque no miseria, se van buscando el “sueño americano”, porque su patria, debido a los malos políticos, no pudo darle lo más elemental como crear las condiciones para tener un pinche trabajo que le diera de comer a él y a su familia.
La mala política tiene autores estelares y cómplices, los malos hacen proselitismo con el dinero que se roban de las instituciones públicas o de las “movidas” que genera la administración pública, comparecen en los medios de comunicación como eruditos que tienen la solución a todos los problemas, pero cuando están en un cargo no hacen absolutamente nada en beneficio del pueblo.
La política es buena, es una oportunidad para hacer el bien, es para ayudarle al pueblo a salir adelante en medio de este mar de problemas, por lo que es imprescindible motivar a los jóvenes, a los hombres y mujeres que no participan en política a que lo hagan para que los buenos se apoderen de esta actividad y la adecenten.
Jóvenes, adolescentes, ya sea que se encuentren estudiando la secundaria y universitaria, ustedes son la fuerza renovadora de un país, son el dinamo poderoso que mueve el motor del desarrollo, son la mente fresca con ideas innovadoras y creativas, de modo que deben involucrarse en política.
Empresarios, participen también, no la miren con indiferencia, ustedes saben temas fundamentales para el desarrollo de Honduras, como es crear un empleo, saben que tributos son malos y son buenos para hacer crecer su industria y conocen lo que el país necesita para salir adelante en medio de tanta incertidumbre y desesperanza.
Sociedad civil involúcrense y no dejemos perder a este país solo porque está en manos de los “malos políticos”, debemos cambiar esta realidad de manera radical, participemos todos de una nueva Honduras llena de esperanza y de prosperidad.
Todos los hondureños tenemos la obligación de participar en política, todos deberíamos estar obligados a salvar a nuestra nación, rechacemos esos pensamientos que dicen que “Honduras esta pérdida”, ya que eso es caer en la negatividad que nos provoca apatía e indolencia.
La política no es mala, tal como fue concebida por Aristóteles basaba en las ideas de comunidad, de gobierno y de razón. Para el filósofo griego, toda sociedad debía organizarse alrededor de la felicidad como objetivo general de todas las personas.
La política surgió como una necesidad de los individuos de organizarse en miras a tomar decisiones, cumplir objetivos, llegar a acuerdos y facilitar la vida en sociedad resolviendo conflictos de manera democrática.
Saquemos de la política a los malos, castiguémoslo con el voto a estas personas que son una deshonra para este país, las elecciones internas y generales serán una oportunidad para fortalecer la democracia, pero también para sacar a tanta lacra y porquería humana que nos tiene degradado como país.
Periodista