El Gobierno y el sector agroalimentario de España defendieron este lunes un libre comercio basado en reglas, tras los últimos movimientos del nuevo Gobierno estadounidense del presidente Donald Trump en materia arancelaria.
La Administración de Trump decidió imponer un 25 % de aranceles a gran parte de las importaciones desde México y Canadá y del 10 % a China, sin concretar aún su amenaza sobre los productos europeos.
El ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, llamó este lunes a diversificar los destinos de las exportaciones agroalimentarias ante el desafío que representan los conflictos geopolíticos y comerciales, y avisó de que la dinámica arancelaria «siempre es mala», incluso para el que los impone, porque «al final sufrirá un efecto bumerán».
El ministro dijo que espera que EE.UU. no suba los aranceles a productos agroalimentarios europeos pero, que si esto se produjese, existen «reglas, principios e instrumentos» para adoptar «las decisiones que correspondan».
La industria agroalimentaria española ya sufrió en 2019 los aranceles impuestos por Trump a 113 de sus productos por cerca de 7.000 millones de euros, en medio de la disputa con la Unión Europea (UE) por los subsidios a la aeronáutica.
Aunque los aranceles fueron suspendidos en 2021 durante cinco años, todavía está pendiente su eliminación definitiva y siguen vigentes los aplicados a la aceituna negra de mesa.
La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas manifestó su defensa «del libre comercio», que «medidas como la imposición de aranceles limitan y crean unas barreras perjudiciales para el conjunto de la economía».
La industria exportadora de aceite de oliva está barajando los distintos escenarios ante la amenaza de que el gobierno estadounidense vuelva a imponer aranceles.
Por su parte, en el sector hortofrutícola, la federación de productores Fepex precisó que la exportación española a EE.UU. «sigue muy limitada», aunque unos aranceles a nivel europeo «harían daño».
El director general de la patronal de la industria cárnica española (Anice), Giuseppe Aloisio, señaló que el rumbo de la política arancelaria de Trump le genera «expectación» ya que, aunque las guerras comerciales no son buenas, la imposición de gravámenes a China puede beneficiar indirectamente al porcino español. EFE