EL día después del hamaqueo. Aumento de precios de varios artículos al consumidor. Lo que más incidiría, en los Estados Unidos. sería en el precio local de las gasolinas por las importaciones de petróleo, para refinar, que realizan. Igualmente encarecería las importaciones de acero y autopartes, entre otros artículos. Algún efecto inflacionario tendrá, lo que repercutirá en las tasas de interés de la Reserva Federal. De momento el dólar se ha fortalecido y las bolsas –nerviosas por la posible guerra comercial– tuvieron caídas significativas. Se teme que México podría enfrentar una recesión, cierres de fábricas y pérdidas masivas de empleos, sumado a los deportados que le envían de vuelta. Se depreciaron el peso mexicano y el dólar canadiense. Canadá sufriría una caída económica anual superior al 2%, y la pérdida de hasta un millón de empleos. China es más resistente.
En su monserga mañanera la Sheinbaum anunció que después de una llamada que colocó a Trump, de no mediar arrepentimiento, pone en marcha el milagroso Plan B. Solo que no hay ni medida de comparación entre el daño que pueda ocasionar el arancel del imperio a lo que México le vende que el gravamen mexicano a lo que compra de Estados Unidos. (México es el principal socio comercial de Estados Unidos, y las exportaciones mexicanas a este mercado sumaron más de 400,000 millones de dólares en 2023. Automotriz (aproximadamente el 30% del total); electrónica y tecnología, maquinaria y equipos, productos médicos y farmacéuticos). Lo que consiguió suplicando en su llamada telefónica urgente fue una postergación del castigo por un mes. Ofreció enviar de inmediato 10 mil elementos de la guardia nacional a la frontera para dizque evitar el tráfico de drogas a los Estados Unidos. Que aproveche la tregua, ya que, si la vuelven a castigar, a corto plazo, habría que esperar el impacto sobre lo que más ha incidido en el fortalecimiento de la economía mexicana en los últimos años. La inversión asociada al “nearshoring” en México ha superado los 30,000 millones de dólares en los últimos años. Muchas industrias han trasladado parte de sus operaciones a México para estar más cerca del mercado norteamericano, aprovechando los beneficios del “T-MEC” (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá) y los costos competitivos: Empresas como Tesla, BMW, General Motors y Ford han expandido o establecido nuevas plantas en México. En tecnología y electrónica, compañías como Intel, Foxconn y HP han incrementado su presencia. Empresas como Honeywell y Safran –actividad aeroespacial– han establecido operaciones. Electrodomésticos y maquinaria como Whirlpool y LG han ampliado su producción. Marcas como Nike y Levi’s –de la industria textil y calzado– han trasladado parte de su producción.
(Con razón –entra el Sisimite– AMLO la tuvo suavecito durante su gestión. La gran inversión que recibió de empresas que se fueron a establecer a México, esquivando las tarifas arancelarias impuestas a los artículos chinos. El nearshoring impulsó la inversión en ese país –a falta de cualquier logro interno nacional– y disparó las exportaciones mexicanas, consolidando a México como un hub estratégico para el mercado norteamericano. -Ahora le toca –ironiza Winston– a la Sheinbaum lidiar con lo inesperado. Las vueltas que da la vida. De activista contra los tratados de libre comercio a tener –con las uñas y con los dientes– que defenderlos ahora. ¿Sabías que publicó una foto como activista en una manifestación de protesta durante su estancia en la Universidad de California, Berkeley, contra políticas neoliberales y de libre comercio, como el “Tratado de Libre Comercio de América del Norte”?).