Dr. Horacio Ulises Barrios Solano
En varias ocasiones me han preguntado si soy periodista por las diversas opiniones externadas en los medios. Mi comedida contestación siempre es la misma: no ostento ese distinguido grado académico, pero, un doctorado, aunque se enfoque en un área específica o de cualquier disciplina, llega a convertirlo en un polimáta potenciando nuestra capacidad analítica. Hoy externamos nuestra opinión sobre si Panamá tiene la hegemonía del Canal considerada una de las grandes maravillas de la ingeniería moderna reconocido como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno por la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles.
El presidente Trump durante su investidura presidencial el 20 enero 2025, reiteró su postura relacionada con el Canal de Panamá, argumentando preocupaciones sobre la influencia china en la región y alegando que podría estar “cayendo en las manos equivocadas”. (elpais.com). Las acusaciones de Trump han generado tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y Panamá, así como preocupaciones en la comunidad internacional sobre la soberanía panameña y la influencia china en la región (elpais.com).
En respuesta, el presidente Mulino de Panamá, rechazó categóricamente estas declaraciones, afirmando que “el Canal es y seguirá siendo de Panamá” (bbc.com) y altos diplomáticos panameños se reunieron con funcionarios del Departamento de Estado de EUA antes de la gira del secretario de Estado Marco Rubio por Centroamérica, buscando asegurar a Washington sobre la neutralidad y el control panameño del Canal. (wsj.com).
Concerniente a este tema, los Tratados Torrijos-Carter, firmados el 7 septiembre 1977 entre los presidentes de Panamá, Omar Torrijos y de Estados Unidos, Jimmy Carter, surgieron como resultado de tensiones históricas y reclamos de soberanía sobre el Canal de Panamá y el territorio circundante, conocido como la Zona del Canal; los mismos tienen razones de peso, como el Tratado Hay-Bunau-Varilla (1903) en donde le otorgan a EUA derechos perpetuos sobre el Canal de Panamá y su zona adyacente generando resentimiento en Panamá por considerarlo una imposición, caldo cultivo, para movimientos populares y nacionalistas que exigían la recuperación del Canal para Panamá. Un punto crítico ocurrió el 9 enero 1964 (Día de los Mártires), cuando estudiantes panameños murieron en protestas contra la presencia estadounidense y es allí donde salta a la palestra pública el General Omar Torrijos, líder militar de Panamá, desempeñando un papel central en la negociación de los Tratados.
Estos Tratados fueron históricos porque simbolizaron la recuperación de la soberanía panameña eliminando además el derecho perpetuo que tenía EUA a través del Tratado Hay-Bunau Varilla de 1903, mediante el cual controlaba la Zona del Canal como si fuera territorio estadounidense, pero en el contexto de los Tratados Torrijos-Carter, indica la defensa conjunta del Canal durante el periodo de transición (1977-1999). Los Tratados establecieron que EUA y Panamá compartirían la responsabilidad de la defensa del Canal. Sin embargo, después de 1999, toda la responsabilidad militar y administrativa del Canal quedó en manos de Panamá.
El constitucionalista y ex defensor del pueblo panameño, Ítalo Antinori, explicó que la decisión del presidente Trump de recuperar el control sobre el Canal de Panamá tendría su base legal en la Enmienda DeConcini, anexada al Tratado de Neutralidad vigente de manera indefinida y que formó parte de los Tratados de Torrijos-Carter, firmados en 1977. La cláusula fue incluida como condición para que el Senado de EUA forzando a Torrijos a aceptarla ya que, sin la enmienda, los Tratados no habrían sido ratificados. Torrijos la aceptó a regañadientes porque sabía que el verdadero objetivo era recuperar el Canal en 1999, lo que finalmente ocurrió.
Sin embargo, Trump argumenta el creciente interés de China en los puertos y la infraestructura logística en Panamá pues controla terminales portuarias estratégicas en el Atlántico (Puerto de Cristóbal) y en el Pacífico (Puerto de Balboa) a través de Hutchinson Ports división de CK Hutchison Holdings, conglomerado multinacional con sede en Hong Kong operando a través de su subsidiaria en Panamá Ports Company, que administra los puertos en referencia desde 1997, sin embargo, el Canal de Panamá sigue bajo administración panameña, y no hay evidencia de que China tenga control sobre su operación.
Una intervención militar en Panamá requeriría un argumento sólido como amenazas a los intereses estratégicos de la Unión Americana, la seguridad marítima o la presencia de potencias rivales y si eso se justifica la intervención de EUA procedería, obviamente, si no hay cambios inmediatos en el Canal como se lo advirtió el secretario de Estado Marco Rubio al presidente Mulino que viajó a Panamá el domingo pasado (La Estrella de Panamá).
En conclusión, Trump afirma que China ejerce control sobre el Canal, señalando la presencia de letreros en chino en la zona evidenciando dicha influencia (efe.com). Sin embargo, no ha presentado pruebas concretas que respalden estas afirmaciones. Consecuentemente, sus declaraciones parecen más una estrategia política que una afirmación fundamentada en hechos verificables.