El incremento que registra el envío de remesas familiares hacia Honduras sería efecto de temores y precauciones adoptadas por parte de migrantes radicados en los Estados Unidos ante amenazas de deportaciones, según un análisis de economistas.
Los flujos de divisas por remesas familiares continuaron en ascenso, registrando ingresos por 772.2 millones de dólares, al 31 de enero del 2025, lo que supone un crecimiento del 16.9 por ciento respecto al mismo período de 2024 ($660.7 millones).
El economista y jefe de investigaciones del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), Mario Palma, advirtió que las nuevas políticas migratorias impuestas por el presidente estadounidense, Donald Trump, podrían impactar con un incremento de remesas a corto plazo, pero disminución a mediano y largo plazo.
“Las remesas son el principal rubro de captación de divisas que tenemos en el país, estamos observando que por los temas migratorios en los Estados Unidos y por un tema de precaución, en el corto plazo los hondureños van a enviar su dinero porque si los deportan su dinero ya está acá”, estimó el analista.
“En el mediano plazo posiblemente, si se concretan esos niveles de repatriación de hondureño, vamos a tener una ralentización de las remesas, incluso alguna disminución. Por lo tanto, hay que estar prestos a estos movimientos”, planteó.
Conforme a estos datos presentados por el Banco Central de Honduras (BCH), las reservas internacionales se fortalecieron con un promedio de 24.9 millones de dólares diarios, procedentes en su mayoría desde los Estados Unidos de América.
PRIMERA FUENTE DE DIVISAS
Las remesas familiares representaron el 45 por ciento del ingreso del total de divisas, significa que de cien dólares que entran a la economía nacional, 45 fueron enviados por migrantes hondureños en el exterior y 55 dólares por concepto de exportaciones, servicios, movimientos financieros maquila y otros rubros (incluye renta y donaciones).
En ese contexto, el economista Wilfredo Girón, las autoridades de gobierno deben monitorear el contexto internacional y los posibles escenarios tras la crisis migratoria que está a la vista en la nueva administración de Trump.
“Puede ser que el dólar se deprecie sino entran suficientes remesas”, refirió Girón. “En época de incertidumbre hay problemas de empleo, debido a que los migrantes no salen a trabajar”, señaló.
El analista económico urgió sobre la “necesidad de manejar las políticas económicas de acuerdo a las circunstancias y como dice la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, tener la cabeza fría ante la nueva situación”.
Honduras recibió en 2024 alrededor de 9,743 millones de dólares en concepto de remesas, lo que representa un aumento del 6.2 por ciento en comparación con 2023.
Estados Unidos se mantiene como el principal país de origen de las remesas, aportando más del 90 por ciento del total, le siguen España con una participación del 5.3 por ciento y México con el 0.6 por ciento restante.
Las remesas que envían los migrantes hondureños, en su mayoría radicados en Estados Unidos, representan un 25 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Honduras, convirtiéndose en uno de los principales soportes económicos para numerosos hogares en los últimos años.
Las autoridades monetarias de Honduras calculan que para 2025 el envío de las remesas familiares va a superar los 9,800 millones de dólares. (WH)